Después de combatir junto a la Rebelión Jordanista, Gavino (17) regresa a su rancho donde lo espera su esposa Juana (17). Intenta rehacer una vida mientras soporta el constante acoso del Ejército Nacional. Durante un interrogatorio lo sumergen en el agua y tiene una revelación: en la asfixia vislumbra la batalla. Años después, López Jordán (60) vuelve del exilio y lo convoca a las armas. Sin dudarlo, Gavino deja todo y parte junto a Carmelo (14). El desgaste de la vida en la montonera diluye el espíritu inicial de los gauchos. Una tarde, al cruzar el arroyo Don Gonzalo, son emboscados por el enemigo. La cadencia letal de las Gatling barre en ráfagas a los gauchos. Malherido, Gavino busca refugio pero la crecida lo arrastra. Carmelo, en tanto, cae prisionero. Gavino logra salir del cauce y se interna en el monte. La agonía lo sumerge en visiones que recorren su vida. De pronto, aparece Aguará (55), un desertor de antiguas guerras, que lo conduce entre restos e insignias hasta una isla donde habitan hombres perdidos de otras contiendas. A la luz de las brasas parece gestarse un ejército. Gavino comprende que su lucha ya no es por sobrevivir sino por la persistencia de las ideas.
Após combater junto à Rebelião Jordanita, Gavino retorna ao seu rancho onde espera sua esposa Juana. Tenta refazer uma vida enquanto apoia o constante ataque ao Exército Nacional. Durante um interrogatório, o submergem na água e ele tem uma revelação: na asfixia vislumbra a batalha. Anos depois, Lopes Jordán voltou ao exílio e convocou as armas. Sem hesitar, Gavino deixou tudo e se separou de Carmelo. O desgaste da vida na cavalaria dilui o espírito inicial dos gaúchos. Uma tarde, ao cruzar o arroio Don Gonzalo, são emboscados pelo inimigo. Ferido, Gavino busca refúgio mas a ventania o arrastra. Carmel é feito prisioneiro. Gavino logra sair do riacho e adentrar o monte. A agonia o mergulha em visões recorrentes. Prontamente, aparece Aguará (55), um desertor de antigas guerras, que o conduz entre restos e insígnias até uma ilha onde habitam homens perdidos de outras contendas. A luz das brasas parece gerar um exército. Gavino compreende que sua luta não é para sobreviver, mas sim para a persistencia das ideias.

